Para qué sirven los deberes escolares
En la etapa de Infantil y Primaria los deberes tienen tres objetivos.
1. Reforzar lo aprendido
En primer lugar sirven para reforzar o afianzar lo que ya se ha aprendido en la escuela. Podíamos decir que es una forma de“apuntalar” los aprendizajes un poco más.
2. Aplicación práctica
En la medida de lo posible, los deberes que se hacen en casa deberían ser una aplicación a la vida cotidiana de
lo que se ha aprendido. De esta forma los contenidos y habilidades
adquiridos se generalizan y se hacen más funcionales y significativos.
3. Crear hábito de estudio
La dedicación de un tiempo diario “a las cosas del cole”, ayuda aconformar un hábito de trabajo y
de estudio, de manera que sea una actividad más dentro de la rutina de
la tarde. Disponer de hábito de estudio y de trabajo será indispensable
para afrontar otras etapas del sistema educativo.
Los
tres objetivos que pretenden los deberes escolares, los considero
adecuados y valiosos y por ello, valen la pena, siempre que se cumplan
las condiciones que a continuación os comento.
Criterios que deben cumplir los deberes
Para que cumplan su objetivo y sean una actividad valiosa y favorable deben cumplir, al menos, los siguientes criterios:
1. Una actividad más
En
primer lugar deben constituir una actividad más de la tarde del niño o
de la niña. Lo contrario sería que en Educación Infantil o Primaria, los
deberes sean la actividad exclusiva o la que ocupara la mayor parte del
tiempo. Ocupa un espacio en su horario, pero debe ser compatible con otras actividades. Se trata por tanto de dedicarle un tiempo a diario, dependiendo de la edad.
Por tanto, no pueden impedir que desarrolle otras actividades necesarias: jugar, disfrutar al aire libre, convivir con la familia, realizar actividades extraescolares…
2. Deben saberla hacer por sí solos
He comentado que los deberes escolares tienen como objetivo el reforzar lo que ya se ha aprendido. Eso quiere decir que la mayoría de los deberes deben saber hacerlos los niños por sí solos,
sin ayuda del adulto. Si necesitan una ayuda continua de los padres, no
se trata de reforzar, sino de aprender y la labor de enseñar no
corresponde a los padres.
Los profesores deben tener muy en cuenta este aspecto, porque las actividades que aparecen en los libros de texto, casi nunca se adaptan al nivel de dificultad y aprendizaje que llevan los niños. Si no saben hacerla, mejor que se lo explique su profesor o profesora.
3. Las actividades no tienen que ser de lápiz y papel
No
son pocos los niños que llevan tareas casi exclusivamente de lápiz y
papel: ejercicios de los libros de texto, fichas, tareas de la pizarra.
Parece que si no se hace algo en un cuaderno no se está trabajando.
Otro
tipo de tareas como buscar información, ver, preguntar, leer, también
son válidas aunque no se hagan por escrito. En la próxima entrada
propondré a las maestras y maestros algunas actividades alternativas a
las habituales.
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